Friday 16 August 2013

Para que lo entendamos: como la luz depende de la magnitud aplicada por la fuerza electromagnética y la fuerza de la gravedad y/o centro de atracción





Las guerras árabes de religión

Shlomo Ben Ami

El País


TRIBUNA
El conflicto entre islam y laicismo está lastrando los cambios en Oriente Próximo.

En todo el mundo árabe está produciéndose ahora una lucha entre dos importantes fuerzas históricas: la religión y el laicismo. Es el tipo de batalla entre César y Dios que Europa tardó siglos en dilucidar. El futuro del Oriente Próximo árabe se decidirá en la lucha entre los insurgentes suníes de Siria, apoyados en toda la región por los wahabíes saudíes, patrocinadores del fundamentalismo religioso, y su régimen laico Baas, entre el fundamentalista Hamás y la laica OLP en Palestina y entre la joven oposición laica de Egipto, forjada en las protestas de la plaza de Tahrir, y los Hermanos Musulmanes y los radicales salafistas.

Hasta ahora, las rebeliones árabes han confirmado la tesis de que, dada la estructura de la mayoría de las sociedades árabes, el derrocamiento de las autocracias laicas significa automáticamente abrir la puerta a las democracias islámicas. Ya vimos el desarrollo de esa dinámica en Argelia, con la victoria a comienzos del decenio de 1990 del Frente Islámico de Salvación en la primera vuelta de unas elecciones parlamentarias (que provocó la anulación de la segunda vuelta), la victoria electoral de Hamás en Palestina en 2006 y, más recientemente, el ascenso democrático al poder de los Hermanos Musulmanes en Egipto.

Tanto en Argelia como en Egipto, las fuerzas laicas no pudieron frenar el ascenso político del islam, que solo se pudo interrumpir con la toma del poder por parte del Ejército. El golpe militar argelino dio paso posteriormente a una sangrienta guerra civil que se cobró unas 200.000 vidas.

Las consecuencias del golpe egipcio se están materializando estos días de la manera más dramática. Aun así, la horrenda masacre de islamistas por parte del ejército golpista y la quema de iglesias de la minoría cristiana de la que se acusa a los Hermanos Musulmanes podrían ser solo el inicio de una conflagración civil aún de mayor alcance si cabe. El acceso al poder de la oposición laica subida a un tanque puede alimentar la ira de los islamistas por muchos años. La pérdida de confianza en el proceso democrático por los Hermanos Musulmanes sería una mala noticia para Egipto y un impulso para Al Qaeda y otros yihadistas que creen que solo se puede conseguir el poder con sangre y terror.

El concepto de separación de la Iglesia y el Estado es ajeno al islam —como indicó la famosa declaración del ex líder supremo iraní el ayatolá Ruholla Jomeini, “el islam es política o no es nada” —y los islamistas aún no han demostrado ser receptivos al gobierno democrático—. De hecho, Mohamed Morsi, el depuesto presidente de Egipto, solo puede culparse a sí mismo de su muerte política. Su comportamiento sectario y autoritario polarizó a su país hasta tal punto, que incluso el jefe del ejército, general Abdelfatah al Sisi, conocido por sus simpatías islamistas, retiró su apoyo al hombre que lo había nombrado.

Asimismo, la reavivación de la guerra civil chií-suní en Irak es en gran medida un reflejo del Gobierno sectario del primer ministro, Nuri al Maliki. Tampoco el ascenso al poder de Hamás en Gaza dio paso a un Gobierno democrático y no excluyente. Después de haber fracasado en su intento de anular la victoria electoral por medios militares, la OLP acordó con sus rivales islamistas un plan de reconciliación nacional, pero ese pacto sigue siendo letra muerta.

En cuanto a Siria, la rebelión contra una de las autocracias más laicas del mundo árabe ha degenerado en una lucha a muerte entre suníes y chiíes que está extendiéndose a otros países de la región. Ahora se ha lanzado una yihad suní contra el régimen Baas y sus aliados chiíes, Irán y Hezbolá. El vecino Libano, con su feroz división suní-chií, ya está viéndose afectado directamente.

La lucha entre la religión y el Estado en el Magreb es menos violenta, pero, aun así, potencialmente explosiva. Túnez, donde comenzó la primavera árabe, está atrapado ahora entre los laicistas y los fundamentalistas religiosos. El partido islamista Ennahda encabeza el Gobierno, pero afronta un grave desafío de los salafistas ultraconservadores de Hizb Ut Tahrir.

En Marruecos, el rey Mohamed VI no ocultó su apoyo al golpe egipcio, pero el partido islamista Justicia y Desarrollo, que encabeza su Gobierno, lo denunció. De hecho, el Istiqlal, partido laico de centro derecha, abandonó el Gobierno a raíz del golpe egipcio y acusó al partido Justicia y Desarrollo, dirigido por el primer ministro, Abdelilah Benkiran, de intentar “egiptizar” a Marruecos monopolizando el poder, como hizo Morsi en Egipto.

Incluso en Turquía, país musulmán no árabe que abriga la ambición de conciliar el islam con la democracia, el acuerdo entre el Gobierno islamista del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y la clase media urbana para limitar los intentos oficiales de inmiscuirse en la vida de los laicos y obstaculizar sus usos y costumbres está decayendo. Ahora Erdogan promete “reconstruir Turquía” a su autoritaria y religiosa imagen y semejanza.

La marcha árabe hacia la libertad va a ser por fuerza un proceso largo y tortuoso: tal vez la principal prueba geopolítica del siglo XXI. Sin embargo, la batalla entre el laicismo y la religión en el mundo árabe no ha de durar siglos, como ocurrió en Europa, aunque sólo sea porque las generaciones contemporáneas pueden beneficiarse del largo proceso de progreso social y científico que permitió a Occidente preparar el terreno para la democracia moderna, pero la adaptación de ese legado occidental al mundo árabe contemporáneo, sin por ello dejar de recuperar el propio legado medieval de tolerancia y excelencia científica de los árabes, será difícil.

Es de esperar que los derrotados islamistas de Egipto pasen de la política de la venganza a un proceso de examen de conciencia que propicie el reconocimiento de que la democracia no es un juego de suma cero, en el que el ganador se lo lleva todo. De mantenerse, el “centralismo democrático” leninista que Morsi pareció abrazar sería una provocación permanente que instaría a las nuevas generaciones y sus aliados en el viejo aparato estatal a alzarse, aun al precio de una guerra civil.

Shlomo Ben Ami, ex ministro de Asuntos Exteriores de Israel y actual Vicepresidente del Centro Internacional por la Paz de Toledo, es autor de Cicatrices de guerra y heridas de paz. La tragedia árabo-israelí.

... y falta aún un análisis de fundamental trascendencia de la influencia del mundo del petróleo y los paises del Golfo Arabia Saudi, Emiratos, Qatar, Omán. La neutralidad ¿hasta cuándo? de Jordania. De Irán e Iraq, de la energía atómica. Drop y patada a seguir.

 artículo


Tuesday 13 August 2013

Era el 18 de Mayo 1944, con fuerte temporal de levante...






La carta en la que Orwell explica “1984″

Alberto Sicilia

en Público






Nadie comprendió tan pronto el siglo XX como George Orwell.
Esta semana se ha publicado “George Orwell: A Life in Letters”. El libro contiene una carta fascinante donde Orwell explica la tesis principal de “1984″ que escribiría dos años después. Podéis leerla entera tras estas líneas resumen o en el enlace que anexo.
Me temo que, desgraciadamente, el totalitarismo está creciendo en el mundo.
Hitler pronto desaparecerá, pero sólo a costa de fortalecer a: a) Stalin, b) los millonarios anglo-americanos y c) todo tipo de pequeños “fuhrers” al estilo de De Gaulle.
[…]
En el mundo que veo venir, en el que dos o tres superpoderes controlarán el mundo, 2+2 será igual a 5 si el “fuhrer” de turno así lo desea.
[…]
La mayor parte de la élite intelectual inglesa se opone Hitler, pero sólo a cambio de apoyar a Stalin. La mayoría de ellos apoyan métodos dictatoriales, policías secretas y la sistemática falsificación de la Historia siempre que beneficie “a los nuestros”.
Pero si uno proclama que “todo es por una buena causa” y no reconoce los síntomas siniestros, en realidad sólo está ayudando a fortalecer el totalitarismo.
[…]
Desde que la guerra contra el totalitarismo comenzó en 1936 [Orwell combatió con los republicanos durante la Guerra Civil], creo que nuestra causa es la mejor. Pero para que continúe siendo la mejor, necesitamos una autocrítica constante.
Orwell escribió esta carta desde su casa en el barrio londinense de Mortimer Crescent el 18 de mayo de 1944. Dos semanas después, un misil V-1 alemán destrozaba Mortimer Crescent. Os cuento esto porque siempre me han fascinado los dos primeros párrafos de “The Lion and the Unicorn: Socialism and the English Genius” que escribió tres años antes. (En esa obra Orwell propone una revolución socialista y democrática en Inglaterra en oposición al estalinismo soviético).
Mientras escribo esto, seres humanos muy civilizados vuelan sobre mi cabeza tratando de matarme.

 Como hemos cambiado... para nada. Somos pura anacronía, da lo mismo, lo mismo da: la pobreza está en nuestra mente y en nuestro corazón que son la base de mi ser contigo.



To Noel Willmett
18 May 1944
10a Mortimer Crescent NW 6
Dear Mr Willmett,
Many thanks for your letter. You ask whether totalitarianism, leader-worship etc. are really on the up-grade and instance the fact that they are not apparently growing in this country and the USA.
I must say I believe, or fear, that taking the world as a whole these things are on the increase. Hitler, no doubt, will soon disappear, but only at the expense of strengthening (a) Stalin, (b) the Anglo-American millionaires and (c) all sorts of petty fuhrers° of the type of de Gaulle. All the national movements everywhere, even those that originate in resistance to German domination, seem to take non-democratic forms, to group themselves round some superhuman fuhrer (Hitler, Stalin, Salazar, Franco, Gandhi, De Valera are all varying examples) and to adopt the theory that the end justifies the means. Everywhere the world movement seems to be in the direction of centralised economies which can be made to ‘work’ in an economic sense but which are not democratically organised and which tend to establish a caste system. With this go the horrors of emotional nationalism and a tendency to disbelieve in the existence of objective truth because all the facts have to fit in with the words and prophecies of some infallible fuhrer. Already history has in a sense ceased to exist, ie. there is no such thing as a history of our own times which could be universally accepted, and the exact sciences are endangered as soon as military necessity ceases to keep people up to the mark. Hitler can say that the Jews started the war, and if he survives that will become official history. He can’t say that two and two are five, because for the purposes of, say, ballistics they have to make four. But if the sort of world that I am afraid of arrives, a world of two or three great superstates which are unable to conquer one another, two and two could become five if the fuhrer wished it.1 That, so far as I can see, is the direction in which we are actually moving, though, of course, the process is reversible.
As to the comparative immunity of Britain and the USA. Whatever the pacifists etc. may say, we have not gone totalitarian yet and this is a very hopeful symptom. I believe very deeply, as I explained in my book The Lion and the Unicorn, in the English people and in their capacity to centralise their economy without destroying freedom in doing so. But one must remember that Britain and the USA haven’t been really tried, they haven’t known defeat or severe suffering, and there are some bad symptoms to balance the good ones. To begin with there is the general indifference to the decay of democracy. Do you realise, for instance, that no one in England under 26 now has a vote and that so far as one can see the great mass of people of that age don’t give a damn for this? Secondly there is the fact that the intellectuals are more totalitarian in outlook than the common people. On the whole the English intelligentsia have opposed Hitler, but only at the price of accepting Stalin. Most of them are perfectly ready for dictatorial methods, secret police, systematic falsification of history2 etc. so long as they feel that it is on ‘our’ side. Indeed the statement that we haven’t a Fascist movement in England largely means that the young, at this moment, look for their fuhrer elsewhere. One can’t be sure that that won’t change, nor can one be sure that the common people won’t think ten years hence as the intellectuals do now. I hope 3 they won’t, I even trust they won’t, but if so it will be at the cost of a struggle. If one simply proclaims that all is for the best and doesn’t point to the sinister symptoms, one is merely helping to bring totalitarianism nearer.
You also ask, if I think the world tendency is towards Fascism, why do I support the war. It is a choice of evils—I fancy nearly every war is that. I know enough of British imperialism not to like it, but I would support it against Nazism or Japanese imperialism, as the lesser evil. Similarly I would support the USSR against Germany because I think the USSR cannot altogether escape its past and retains enough of the original ideas of the Revolution to make it a more hopeful phenomenon than Nazi Germany. I think, and have thought ever since the war began, in 1936 or thereabouts, that our cause is the better, but we have to keep on making it the better, which involves constant criticism.

Yours sincerely,
Geo. Orwell



Tuesday 6 August 2013

Miedo me da, pero hay que leerlo




Mentirosos y corruptos: ni recuperación económica, ni moral


No es sobre el festival de mentiras y ocultaciones desplegado por Rajoy el jueves, con una chulería y una prepotencia propia de un presidente de república bananera, a lo que voy a referirme, pero no puedo ignorarlo porque nuestra ruina económica es esencialmente política. Desgraciadamente, la indiferencia de los españoles a su comparecencia ha sido pasmosa, ya que según una encuesta del diario El Mundo sólo uno de cada diez sabía lo que había dicho el presidente, les importaba un pimiento. “Todos son iguales, son una panda de chorizos”, es la opinión generalizada. Y esto es algo que favorece no poco a Rajoy, el mayor inútil, después de Zapatero, que ha gobernado este desgraciado país desde Fernando VII. Un tramposo, un indolente y un cobarde, que no podría gobernar en ningún país democrático. Pero unos hechos que hubieran supuesto la dimisión de cualquier gobierno democrático, aquí dejan indiferente a la mayoría.  Sin duda tenemos lo que nos merecemos.

Rajoy mintió con un descaro absoluto, no admitió culpabilidad alguna, no se comprometió a investigación alguna y, menos aún, a que nada de esto vuelva a ocurrir. Mintió escandalosamente sobre los sms y no contestó a ni una sola las veinte certeras y precisas preguntas planteadas por Rosa Díez en un estilo de debate a la americana, en una de sus intervenciones más brillantes. Aparte, hay otra cuestión que nadie mencionó, pero muy representativa de quién es nuestro indigno jefe de Gobierno. Son los papeles de Hacienda entregados al juez Ruz, con las cantidades pagadas, en su mayoría con dinero público, por el PP entre 2006 y 2011 a unas 600 personas en total. Y ¿con qué nos encontramos? Con que, en 2011, de entre los siete mayores perceptores, Rajoy es el segundo, con 200.000 euros. Además, hay tres imputados de la trama Gürtel: Bárcenas, con 251.000 euros, Galeote, con 151.000 y Sepúlveda, con 117.000. Excepto Bárcenas, los otros dos empezaron a cobrar cuando fueron imputados.
Rajoy piensa que lo importante es ganar tiempo, porque se cree sus propias mentiras y da por hecho que la economía se está recuperando y que, cuando eso ocurra, sus pecados les serán perdonados
Y la pregunta es: ¿cómo es posible que Rajoy, financiara a unos presuntos delincuentes? Es lo que hizo, tal vez para comprar su silencio. Es el estilo de la casa, comprar silencios y voluntades. Los papeles de Hacienda tienen mucha información. Y algunos de estos datos son curiosos. Por ejemplo, ¿recuerdan a Rajoy quejándose de lo poco que ganaba? Tan poco que “la pobre Viri tiene que comprarse la ropa en Zara”. ¡Hay que tener cara! Vamos a ver, ¿cuánto ganaba el matrimonio Rajoy en 2011? El presidente recibe unos 90.000 euros como diputado, 200.000 euros del PP y el sueldo de Viri en una filial de Telefónica, esa inmensa ONG de políticos y similares, ascendía a 120.000. Casi 430.000 euros anuales, más que suficientes para que Viri se compre la ropa en Chanel. En todo caso, nada quedó aclarado, el tema está más enconado que nunca, pero Rajoy lo dejó meridianamente claro: el Estado soy yo, puedo mentir y ocultar lo que me venga en gana, y si alguien no me cree, peor para él. Además, de mi puesto no me sacan ni con tenazas, España y el PP me importan un bledo porque después de mí, el diluvio.

Ganar tiempo en espera de una recuperación imposible

Rajoy piensa que lo importante es ganar tiempo, porque se cree sus propias mentiras y da por hecho que la economía se está recuperando y que, cuando eso ocurra, sus pecados les serán perdonados por el electorado más crédulo, desinformado e indolente de Europa. Sin embargo, eso no va a suceder, ni ahora, ni en un futuro, a no ser que se reduzca drásticamente el gasto, se acabe con la sangría del rescate de bancos inviables, se bajen los impuestos y  se acabe con los monopolios de todo tipo, especialmente con los energéticos. Y Rajoy está radicalmente en contra de esto.

Cuando oigo a políticos,  escucho a indocumentados y mercenarios de tertulias o leo a los analistas que no analizan y que no han entendido ni la última EPA (Encuesta de Población Activa) hablar de los brotes verdes y veo la realidad diaria de más de once millones de españoles viviendo por debajo del umbral de la pobreza, de una clase media antes pujante y hoy en vías de destrucción, de niños desmayándose de hambre en los colegios porque unos canallas les han quitado la comida diaria, mientras roban y despilfarran a mansalva, la indignación me subleva.

Cuando veo a España creciendo muy por debajo de su potencial porque esos mismos canallas han quitado el crédito a la economía productiva, mientras nos endeudan sin límite y dedican esos recursos ingentes a financiar la economía improductiva y tiran decenas de miles millones en mantener abierto un sistema financiero inviable, creo que no tienen perdón. Antes o después deben pagar por ello. El daño que ésta incompetente y corrupta casta política, responsable única de nuestras desgracias, está haciendo a España y a los españoles es único en nuestra historia e inimaginable en su dimensión.

España creciendo muy por debajo de su potencial porque esos mismos canallas han quitado el crédito a la economía productiva, mientras nos endeudan sin límite y dedican esos recursos ingentes a financiar la economía improductiva
Ni España, ni ningún otro país, puede recuperarse de una crisis con un gasto público desmesurado y fuera de control y una corrupción jamás conocida, ni en España ni en Europa. Ningún país puede recuperarse sin crédito a la economía productiva y a las familias, ningún país puede recuperarse endeudándose un 10% anual del PIB y con una deuda pública total –pasivos en circulación- de casi el 120% del PIB oficial, ningún país puede recuperarse con la energía, las telecomunicaciones y los tipos de interés más altos del mundo desarrollado y, por supuesto, ningún país puede desarrollarse con la presión fiscal sobre los trabajadores y la clase media más alta de toda la OCDE.

Los hechos clave sobre la situación económica

Las cifras esenciales están yendo a peor y no a mejor como afirman este gobierno de tramposos y sus mercenarios. Empiezo por lo más reciente, la EPA del segundo trimestre, “demostración clara de que hemos tocado fondo y empieza la recuperación”. Realmente, el grado de frivolidad y de ignorancia de medios y analistas que no analizan resulta pasmoso. Con honradas excepciones, ninguno ha entendido las cifras. O lo que es peor, no se ha molestado en analizarlas.  

Para empezar, la situación del mercado laboral se mide por la ocupación, no por el desempleo. Por ejemplo, para que un encuestador califique a una persona de parada, ésta tiene que demostrar haber realizado “búsqueda activa de empleo en la semana anterior a la realización de la encuesta”, con millones de parados de larga duración, es obvio que hay cientos de miles que no lo hacen ya porque han perdido completamente la esperanza. Y ¿qué pasa con los más  de 700.000 parados que no han buscado activamente empleo? El encuestador los califica como “inactivos”. Por tanto, la cifra de partida es el empleo neto, 149.000 personas, todos ellos empleados temporales en el sector turístico y de servicios. Pero lo relevante es que se han destruido 50.000 empleos fijos a tiempo completo. El aumento del empleo temporal y la reducción de la población activa por la eliminación de los parados “desencantados”, 110.000 personas, es lo que explica la reducción del paro.
A partir de septiembre subidas de impuestos y recortes de gasto, pero no de los dos millones de enchufados, sino de los pensionistas, de los parados y de los funcionarios

Sin embargo, la verdadera fotografía la componen las cifras de paro desestacionalizadas. Datos que el INE tiene, pero que no da a conocer. Por otra parte, hay problemas mucho más graves que la sustitución de empleo fijo por empleo precario y a tiempo parcial, como el avance del paro de larga duración. En palabras de uno de los pocos analistas que sí analizan, Ángel Laborda: “Al comienzo de la crisis, los parados con más de un año de duración eran el 20% del total, ahora son casi el 60%. Es un problema más grave que el paro juvenil”. Y, si miramos las cifras de julio del INEM, los resultados son desoladores: el paro registrado -corregida la estacionalidad- ha subido en 7.500 personas, no bajado en 63.000 como afirma este gobierno de tramposos y sus mercenarios mediáticos. Y los afiliados a la Seguridad Social, una estadística mucho más fiable, se han reducido en 57.000 personas en términos desestacionalizados y no subido en 33.000. Así que señores  analistas de los brotes verdes ¿dónde están tales plantas?

La semana pasada en Washington, algunos amigos del FMI que no se creen ni de lejos las cifras de Contabilidad Nacional, me comentaron que iban a empeorar sus previsiones sobre España, como publicaron el viernes pasado. La previsión que ha hecho pública el organismo es menos mala que la que me comentaron en el  hotel Fairmont. Pronostican que el paro no bajará del 26% hasta ¡2018!, que el PIB caerá un 1,6% este año –2,5 % me dijeron en Washington off the record– y tendrá un crecimiento cero en 2014 –perderá un 1,5%, según me dijeron también off the record. Y esto no es lo peor. Al FMI le preocupa extraordinariamente, aunque no lo haya dicho expresamente, el imparable déficit público –pese a que no conocían las cifras de junio- y una deuda que crece exponencialmente, que es ya imposible de devolver y que nos costará en los próximos doce meses más de 40.000 millones de euros. Es por esta razón, y el temor a que antes o después nos quedemos sin financiación, por lo que han la recomendado “mantener abierta la opción de petición de un rescate”.

Las cifras de ejecución presupuestaria del Estado en la primera mitad del año han sido un desastre sin paliativos. Después de haber subido los impuestos a los niveles máximos de nuestra historia y dejarlos prácticamente en el nivel más alto en Europa, los ingresos han caído un 7,1%. Mientras que, tras recortes brutales, los gastos han crecido un 1%. La consecuencia es que el déficit del Estado al cierre de junio fue un 13% superior al del año pasado. Y el déficit del Estado alcanza ya el 3,8%, el total pactado para el conjunto del año con Bruselas. Las Autonomías no van a poder alcanzar el objetivo del 1,3% y la Seguridad Social tampoco rebajará el suyo al 1,4 %.
¿Cuánto dinero más van a tener que pagar los contribuyentes por su disparatada política de rescate indiscriminado de bancos absolutamente inviables?
Estos datos implican que en el segundo semestre el déficit del Estado tendría que ser cero, algo metafísicamente imposible, para cumplir los objetivos. Y la consecuencia es que a partir de septiembre subidas de impuestos y recortes de gasto, pero no de los dos millones de enchufados, sino de los pensionistas, de los parados y de los funcionarios. ¿Qué opinan de esto los mercenarios del hemos tocado fondo? Además, la deuda pública, cuyo crecimiento es exponencial, la deuda neta -amortizaciones aparte- se ha incrementado en 50.000 millones de euros. Es decir, un 127% superior a la del mismo periodo del año anterior. Y no se ha destinado ni un solo euro a la economía productiva, ni a las familias.   

¿Pueden explicar el presidente y los mercenarios asociados cómo, si en primer trimestre el Valor Añadido Bruto -cuya suma es el PIB- de una muestra del 30% del total de empresas españolas -desde la industria a los servicios, pasando por las exportadoras- ha caído un 5,8 %, el PIB ha caído sólo un 0,2%, o 0,8% en tasa anual, según la Contabilidad Nacional? Eso es un imposible metafísico. O son falsas las declaraciones de las empresas o es falso el PIB. Le pido que nos lo expliquen.

¿Pueden explicar cómo, si en el segundo trimestre el PIB oficial ha caído un 0,1%, los consumos correlacionados casi al 100% con el PIB, como el gasóleo para automoción o el consumo de electricidad, han bajado un 3,5% y un 12% respectivamente?

¿Pueden explicar cómo, después de afirmar el presidente, la vicepresidenta y el ministro de Economía que el rescate de bancos y cajas no iba a costar un euro a los contribuyentes, ahora resulta que ha existe una pérdida superior a 40.000 millones de los casi 250.000 que ha puesto el Estado desde 2007? ¿Cuánto dinero más van a tener que pagar los contribuyentes por su disparatada política de rescate indiscriminado de bancos absolutamente inviables? La conclusión es que nos espera un otoño de paro, empobrecimiento y lágrimas excepto para la casta política y sus dos millones de paniaguados: más impuestos, menores
 salarios, recorte de pensiones y de prestaciones de todo tipo. Y todo ello aderezado con un presidente  antidemocrático al que no se caen los anillos por mentir en el Parlamento y donde sea menester.